Tus productos se venderán mejor si sabes sus tipos y clasificación
Un producto es un bien destinado a satisfacer una necesidad o un deseo, producido por una empresa con el objetivo de generar valor y obtener una ganancia. ¡Mira en la foto de arriba cuántos productos hay! Mejor quédate para entenderlos a la perfección: tipos, características, ciclo de vida ¡y más!
Si te preguntas qué es un producto, nuestra primera respuesta sería que mires alrededor. ¡Es que casi todo lo que te rodea son productos! Hay productos de limpieza, productos de lujo, productos de maquillaje, productos tecnológicos… Y la lista podría seguir.
Casi todos los días, la mayoría de las personas utilizan o compran productos de todo tipo, sin reparar mucho en cómo se clasifican o el trabajo que hubo detrás de ellos. Pero para quienes los venden, esta clasificación es importantísima.
Al entender los productos, los emprendedores saben cómo venderlos, en dónde promocionarlos y a quiénes ofrecerlos. Por eso, en este artículo encontrarás toda esa información y más.
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¿Qué es un producto?
La Real Academia Española (RAE) es un tanto abstracta, ya que menciona que es una “cosa producida”. Mejor vayamos un poco más profundo.
Un producto es todo aquello que se ofrece en un mercado para satisfacer una necesidad o un deseo. Visto en términos comerciales, un producto es algo que una empresa crea, distribuye o vende para generar valor y, por lo tanto, ingresos.
Diferencia entre producto y servicio
Seguro viste artículos que, al hablar de ventas, dicen “productos y/o servicios”. ¿Por qué siempre los dos, y no uno solo? Porque son cosas distintas.
Normalmente, se pueden distinguir por algo tangible o intangible: un producto es algo que se consume, mientras que un servicio es algo que se recibe. Por ejemplo, una botella de agua y el arreglo de un electrodoméstico.
También puedes distinguir un producto o servicio por su propiedad. Los productos que adquieren se vuelven tuyos, propios, mientras que los servicios son experiencias o soluciones que otros brindan para resolver una necesidad. Pero, al cumplir su función, no hay nada propio que le quede al consumidor. Por ejemplo, un auto y un viaje en taxi.
Si quieres saber cómo identificar a la perfección qué es un producto, continúa leyendo.
Características de los productos
Para competir en el mercado, las empresas tienen en cuenta ciertas cualidades a la hora de fabricar un producto, para así captar la atención de los consumidores y, eventualmente, lograr venderlos a la mayor cantidad de gente posible. Estas son las características de los productos:
- Son planificados
- Se fabrican
- Deben ser funcionales
- Tienen un precio
- Tienen terminaciones
Veamos un poco más en detalle cada una.
Son planificados
Ningún producto surge de la nada, sino que una empresa lo fabrica para cumplir un objetivo y una función en específico. Tienen un proceso de producción que fue estudiado y desarrollado para lograr efectividad y bajos costos.
Se fabrican
Un producto no es, por ejemplo, una hoja recién arrancada de un árbol. Todo lo contrario: tiene un proceso que utiliza recursos para crearlo y hay personas que lo piensan, lo crean y lo supervisan.
Deben ser funcionales
Un producto responde a una necesidad y, por lo tanto, cumple una función en específico.
Tienen un precio
Fabricarlos no es gratis. Ese costo se traduce en el precio que quien desee adquirirlo debe pagar por él. Además, ese precio tiene un plus que busca el beneficio para el fabricante, es decir, una ganancia.
Tienen terminaciones
No siempre un producto puede consumirse al adquirirse. Por eso existen dos tipos de terminaciones de productos:
- Producto intermedio: necesita pasar por un proceso industrial antes de ser consumido.
- Producto terminado (o producto final): producto listo para ser consumido.
Tipos de productos: clasificación
Ahora que ya sabes qué es un producto y cuáles son sus características, es hora de que entiendas qué tipos de productos hay. En caso de que quieras vender, saber esta clasificación te ayudará para definir tu público objetivo, tu estrategia de ventas y hasta cómo hacer publicidad.
Los tipos de productos tienen dos clasificaciones principales: para el consumidor final y para las empresas.
Productos para el consumidor final
Hay cuatro tipos de productos:
- Productos de conveniencia
- Productos de comparación
- Productos de especialidad
- Productos no buscados
Productos de conveniencia
Son los que las personas compran siempre y que forman parte de su rutina. Están acostumbrados a adquirirlos, y por eso no suelen variar en marca o cantidad.
Pueden ser productos de consumo básico (es decir, esenciales para cualquier persona), productos de impulso y productos de urgencia.
Ejemplos de productos de conveniencia
En esta categoría entran la leche, los productos de limpieza o botellas de agua.
Productos de comparación
En este caso, los consumidores se detienen a pensar antes de comprar. Son aquellos que, al no adquirirse con tanta frecuencia ni ser de extrema necesidad, hacen que en la previa de la compra se haga un análisis de precio, calidad, duración, etc.
Pueden ser homogéneos (parecidos entre sí) o heterogéneos (diferentes en tamaño, apariencia, etc.). En los primeros importa más el precio, mientras que en los segundos la marca pesa más.
Ejemplos de productos de comparación
Ropa, celulares, automóviles, casas.
Productos de convicción
Son aquellos que los consumidores buscan activamente. Generalmente son únicos, ya sea porque solo una marca los produce o porque su nicho de mercado es tan pequeño que con un modelo basta. No solo es la funcionalidad lo que vale, sino también el estatus, el prestigio y la experiencia que viene con la posesión de estos productos.
Los productos de convicción no suelen tener competencia y, por lo tanto, no exigen una comparación a la hora de realizar la compra. Al mismo tiempo, estos productos demandan cierto esfuerzo económico o de búsqueda para conseguirlos, ya sea por su exclusividad o su escasez.
Ejemplos de productos de especialidad
Un iPhone, un reloj Rolex, una cartera Chanel, una guitarra Gibson.
Productos no buscados
Son aquellos que no suelen comprarse, pero que se necesitan frente a una situación especial. En la cotidianidad, los consumidores quizás ni siquiera saben que existen, o simplemente no les interesa buscarlos. Sin embargo, se vuelven necesarios en casos especiales.
Ejemplos de productos no buscados
Extintores de incendios, seguros de vida, baterías.
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Productos para empresas
Son aquellos utilizados por las marcas para fabricar otros productos, para vender más o para usar internamente. Son 3 tipos de productos:
- Materiales
- Bienes de capital
- Suministros
Materiales
Son aquellos usados para la fabricación de productos finales. Pueden ser materias primas o productos intermedios.
Bienes de capital
Son los activos de las empresas para producir otros bienes. Son de larga duración, requieren de una gran inversión y contribuyen al crecimiento económico del negocio. No están destinados para ser de consumo final.
Por ejemplo, las máquinas industriales, los edificios o las computadoras de una empresa son bienes de capital.
Suministros
Son los que se usan en las empresas para mantener en funcionamiento la organización. No son parte del producto final ni de su fabricación, ni tampoco bienes destinados al consumo.
Por ejemplo, los bolígrafos, los productos de limpieza, el papel o los cables son suministros en un negocio.
El ciclo de vida de los productos
No importa qué tipo de producto vendas o quieras comprar, todos ellos tienen un mismo ciclo de vida que consta de 4 etapas:
¡Sigue leyendo para conocerlas en detalle!
1. Introducción
Esta primera etapa empieza cuando el producto se lanza al mercado. La demanda es casi inexistente porque no hay conocimiento, exigiendo una gran inversión en marketing y publicidad.
2. Crecimiento
El producto ya empieza a ser más conocido gracias a un buen funcionamiento de una estrategia de marketing. Gracias a eso, la demanda aumenta rápidamente, mientras que la publicidad pasará de ser informativa a ser persuasiva, lo que mantendrá al producto en lo más alto.
3. Madurez
Es el punto máximo de un producto: tiene un número de ventas estable y logró clientes fieles.
Las ventas ya no crecen significativamente porque alcanzaron un punto de estabilidad, la competencia se torna el verdadero y mayor riesgo.
4. Declive
Es la fase que toda empresa quiere evitar, pero que llega eventualmente. Los cambios en el mercado, las nuevas competencias, modificaciones en las preferencias de los consumidores son algunos de los factores que pueden llevar a esto.
Temporalidad de los productos
Además del ciclo de vida de un producto, cada producto tiene una duración determinada en posesión de los consumidores. Así, se llega a una clasificación de productos según su durabilidad:
Productos duraderos
Pueden ser usados una gran cantidad de veces antes de perder su funcionalidad. Su vida útil es relativamente larga. Los productos tecnológicos, como heladeras, teléfonos o televisores, son un claro ejemplo.
Productos no duraderos
Un uso o pocos usos son suficientes para agotar su vida útil. Alimentos, productos de limpieza o productos de maquillaje son ejemplos de ellos.
Productos perecederos
Esta tercera categoría hace alusión al deterioro de los productos, más allá de su durabilidad. Son los que tienen una fecha de vencimiento, lo que limita aún más su vida útil. Frutas, carnes, lácteos son ejemplos de productos perecederos.
Conclusión
Conocer qué es un producto, su clasificación y los distintos tipos de productos que existen te ayudará para saber qué vender, cuándo y a quién, además de encontrar técnicas para mantenerte relevante y diseñar procesos de fabricación.
Ahora que sabes más sobre todos los tipos de productos que existen, anímate a venderlos en internet mediante tu propia tienda online. Puedes vender productos físicos, intangibles e incluso servicios.
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