Apenas empezó la pandemia, María tuvo la loca idea de alquilar un local. Gracias a su hija y sus juegos, se dio cuenta de que podía crear un espacio donde la niñez y la adultez convivieran. El barrio lo abrazó tanto que además del pequeño local, ahora tienen un gran café, donde juegos y festejos se multiplican. Ahora Tienda Lechuga cuenta con cientos de clientes y miles de ventas online junto a Tiendanube.
“La magia es una ilusión, pero no hay que subestimarla”, se lee apenas entrás en la Tiendanube de Tienda Lechuga, un espacio para que chicos y grandes compartan sus juegos, experiencias e historias y que, además, vende juguetes, juegos de mesa, libros y muchas otras cosas.
De hecho, fue la magia la que le dio inicio a esta tienda única, que superó todo tipo de obstáculos y barreras para llegar a donde está hoy. Y ahora, con cientos de familias que aprovechan Tienda Lechuga para descansar, jugar y festejar y miles de clientes que compran sus productos innovadores, el plan es seguir creciendo y brindando un espacio único.
En este artículo te contamos la historia de Andi, María y Bruna, que crearon Tienda Lechuga y se sumaron a Tiendanube para ampliar sus horizontes y, así, seguir transformando las familias desde su lugar.
¿Un local cuando nadie sale a la calle?
En plena pandemia, cuando Bruna tenía apenas un año, María lo miró a Andy y, con mucha seguridad, le dijo que tenían que alquilar el local de la esquina de su casa, en el barrio de Villa Urquiza. “Era delirante, pero fue como una necesidad que se me despertó. Y yo decía: ‘Esto es así, no sé por qué, pero es así’”, recuerda María.
Aunque inicialmente el plan era usar el local como estudio de fotografía —es la profesión de María—, un vistazo al living de su casa y los juegos de su hija cambiaron todo. Es que, para divertirse, Bruna no solo usaba juguetes: los libros, los adornos, los objetos… ¡Todo era de su interés!
Entonces María tuvo una idea.
“Me gustaría hacer una tienda en donde la niñez y la adultez estén unidas, que deje de haber una división de ‘esto es para vos, eso es para mí’. Puede estar todo junto”.
No tenían una estructura y un plan definido. María compraba lo que le gustaba: un jarrón, unos juguetes, un florero. “Iba comprando un poquito de cada cosa. Todo parecía hecho por la misma persona”, le cuenta la creadora del lugar a Tiendanube, que le dio forma a una tienda de objetos lúdicos donde florecían la música, los juegos y la alegría de la niñez.
¿Qué venden? Decir que venden todo no es tan errado: hay juegos, juguetes, libros, mochilas, sets de mate, instrumentos, objetos para el hogar, arte, accesorios, ropa ¡y mucho más!
También armó la cuenta de Instagram: @tiendalechuga. ¿Por qué ese nombre? “Por el muñeco de apego de nuestra hija, que es un conejo llamado Lechuga. Él es un tesoro que no puede faltar”, relata María.
Bruna jugando en el primer local de Tienda Lechuga (Foto @tiendalechuga)
“¿Y si ponemos un café?”
Al principio no se entendía mucho qué era Tienda Lechuga, pero no fue un problema. Después de contar todo el proceso en Instagram, la cuenta empezó a ganar seguidores, se corrió la voz en el barrio y hasta se generó una gran expectativa por la fecha de apertura, que fue en septiembre de 2020.
“Cuando abrimos fue hermoso. La gente venía con plantas, todos los vecinos felices de que se abra un espacio lindo, que hacía bien. Las personas me decían que cuando estaban abombadas, venían a dar una vuelta y se iban mejor”, cuenta María, en referencia a los tiempos pandémicos. En ese entonces, muchos clientes le contaban que el lugar les daba aire y les renovaba la energía.
Tienda Lechuga se volvió una comunidad, pero pequeña: ¡no había espacio! Entonces María, fiel a sus ideas de creación, le propuso a Andrés armar un café, pero que no fuera como otros: no querían que el adulto quedara en segundo lugar.
Se lanzaron a crear un local “con un espíritu de comunidad, donde grandes y chicos tengan un espacio donde compartir, algo que falta mucho en el mundo actual, donde la adultez y la niñez estén ensambladas en el mismo espacio, coman rico, jueguen juntos y pasen un lindo momento”, explica María.
Estuvieron cuatro meses para armar la carta del café junto a un curador, contrataron empleadas y abrieron en 2022 en Donado 1635, Villa Ortúzar. “Lechuga tiene mucha alma y hace bien, la gente lo toma como algo personal. En el momento más crítico del país, que había mucha gente triste, venían personas y nos decían: ‘Venimos acá para pasarla bien un rato’”, cuenta María, emocionada.
El nuevo local de Tienda Lechuga, en todo su esplendor.
Tienda Lechuga en el mundo online
Lo bueno se multiplica. Por eso Tienda Lechuga recibía mensajes de todas partes preguntando por sus productos, pero no los vendían más que en la tienda. Entonces pensaron en saltar al mundo online, pero María sentía que era difícil replicar la experiencia del lugar en internet.
Gracias a Tiendanube, eso fue posible. “Fue sin duda, la primer y única opción que pensamos al abrirnos a todo el país, nos pareció intuitiva de armar y usar”, asegura María sobre la elección de la plataforma.
Con el Plan Esencial y la fotografía de María, lograron que todos sus productos tengan una coherencia estética más allá de sus distintos orígenes: A pesar de ser todos de artistas diferentes, de todo el país, en Tienda Lechuga se hermanan, y parecen todos de la misma familia.
“La tienda online nos permite tener ese tercer local que llega a todo el país, que cuando publicamos algo en redes, las personas que están lejos pueden sentirse parte y en, máximo, un semana tener ese producto que vieron en una imagen. Se extiende la comunidad de esta forma”, celebra la creadora de Tienda Lechuga.
Además, los creadores de la marca no buscan solo vender, sino que los clientes se sientan cerca. Para eso, María hace un mail para cada compra, firma con su nombre y arma contenidos “lo más humanos posible”. Pese a su miedo inicial, Andi y María sienten que con Tiendanube pudieron replicar la experiencia de ir a sus tiendas: “Mostramos un poquito la esencia que se vive al venir a Lechuga”.
En su tienda venden todo lo que también hay en sus locales. Además de sus categorías clásicas, Tienda Lechuga cuenta con los recomendados por edades, para que cada familia pueda elegir lo mejor para sus niños en un proceso simple y divertido.
Ahora muchas familias disfrutan de Tienda Lechuga.
Para terminar
En el último tiempo, Tienda Lechuga sumó festejos pequeños. “Es como festejar en un living de una casa. Son festejos contenidos en los que, una vez más, tenés la oportunidad de compartir con las infancias y que sea un recuerdo maravilloso para todos”, describe María.
Por eso, para el futuro, tienen una esperanza infinita. “Lechuga es un concepto, que va más allá de una tienda, un café, un espacio cultural… Crecerá en cuanto aparezcan ideas (que pasa todo el tiempo) y nos sorprenderá como viene haciéndolo desde que abrimos el primer local”, afirman los creadores del lugar.
Y aunque no quiere poner límites, María sabe que su espacio se está volviendo un lugar para el público de primera infancia. Y concluye: “Es el mundo ideal”.
Esperamos que la historia, la innovación y los ideales de Tienda Lechuga te hayan inspirado tanto como a nosotros.
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