Estrategias de branding: todo sobre posicionamiento de marca
Las estrategias de branding son esfuerzos de comunicación que ayudan al reconocimiento y posicionamiento de marca. Las empresas más exitosas las utilizan a fin de volver sus marcas relevantes y atraer más clientes a sus negocios.
Sabes que tienes buenos productos que resuelven las necesidades de un grupo específico, pero desafortunadamente, la competencia es feroz y la lucha por la atención de los consumidores dificulta que el público escuche lo que tu marca tiene que decir.
Por ello, debes aprovechar al máximo cada espacio de atención que te brinden con mensajes que conecten y presenten a tu negocio como “eso es justo lo que estaba buscando”.
En este artículo te enseñaremos cuáles son las estrategias de branding, ejemplos para que decidas cuál se adapta mejor a las necesidades de tu marca y te daremos un paso a paso para que arranques las tuya y todo el mundo se interese en lo que tu empresa tiene que decir. ¡Vamos! 🙂
¿Qué es el branding estratégico?
El branding estratégico es el proceso mediante el cual una marca se muestra y representa, al mismo tiempo que fortalece su relevancia para los usuarios, con el fin de colocarla en la mente de los consumidores para una consideración de compra.
Sus métodos de acción son justamente las estrategias de branding, las cuales se adaptan a las necesidades y objetivos que cada marca persigue en su camino hacia la validación y fidelización del usuario.
Dicho de otro modo, las estrategias de branding son los ejercicios que permiten volver a tu marca relevante, así como aumentar su reconocimiento y mejorar su posición en el mercado.
La idea es transformar el nombre de tu marca de una opción más para el cliente, a un referente que valga la pena escuchar. Pasar de ser “esa marca poco conocida” a “la marca que hace las reseñas que me gustan” o “la marca que tiene la tienda online que tiene lo que busco”.
Entonces, mientras que el objetivo general del branding es invitar al usuario a una conversación en donde tu marca es el tema del día, una estrategia de branding busca lograr que el usuario quiera estar en compañía de tu marca, justo en el centro de esa conversación.
¿Cuál es la importancia de tener una estrategia de branding?
Trabajar en el branding de una marca de manera estratégica te permitirá crear mensajes mucho más efectivos para tu audiencia y así, atraer más adeptos y aumentar la confianza hacia los productos que comercializas. Y vaya que esto importa.
Un estudio de consumo hecho por Salsify reveló que el 49% de los consumidores están dispuestos a pagar más por un producto, siempre y cuando este sea comercializado por una marca en la que ellos confían.
Además de esto, al mejorar el posicionamiento de tu marca, la conviertes en un referente para los usuarios y su segmento. Esto significa que los potenciales compradores acudirán a ti en busca de información y mensajes relevantes porque confiarán en tu marca y en lo que esta hace.
📘Leer más: Qué es el posicionamiento de marca y su importancia en branding
¿Qué estrategias de branding existen?
Existen 9 tipos de estrategias de branding para fortalecer una marca:
- Corporativo
- Personal
- Producto
- Servicio
- Cultural
- Online
- Offline
- Co-branding
- Sin marca
Es importante aclarar que las grandes empresas pueden llevar a cabo una o más estrategias de branding en paralelo. En el caso de una PyME o un emprendimiento que todavía no cuenta con una marca reconocida, siempre es más recomendable trabajar en una estrategia a la vez.
Te explicamos cada una para que conozcas cuáles son las estrategias de branding y te daremos ejemplos para que decidas cuál le funciona mejor a tu negocio.
Branding corporativo
Es quizás el más conocido y también uno de los más poderosos, debido a la manera en cómo refuerza y comunica su propósito. Una estrategia de branding corporativo construye la fuerza de una marca a partir del renombre de la empresa y la popularidad de sus productos. A su vez, sus trabajadores y colaboradores se convierten en los embajadores de su mensaje.
Un ejemplo de esto es Google, una de las empresas top a nivel mundial. Sus aportaciones en el ámbito tecnológico y el valor que aportan sus productos incrementan su relevancia como marca, pero son sus trabajadores y sus ganas de participar en lo que Google hace lo que provoca que esta empresa aparezca en los listados del tipo ‘grandes lugares para trabajar’.
Para arrancar una estrategia de branding corporativo, es necesario contar con productos propios que se vuelvan referentes en sus áreas, pero tal vez más importante: lograr que tu equipo de trabajo se vuelva fan de tu negocio.
¿Vendes sombreros? ¡Convierte a tu producto en un recurso que esté en la cabeza de tus colaboradores! Literal. 😁
Branding personal
A diferencia del branding corporativo, aquí la fortaleza la brinda una persona, usualmente porque es reconocida por sus aportaciones al ámbito en el que se desempeña. El motor de la estrategia es ese individuo que cuenta con seguidores, popularidad, y tiene algo interesante por compartir.
Desde Mr.Beast como exitoso youtuber, hasta Santiago Sosa, como CEO de Tiendanube, todas esas personalidades que destacan más allá del proyecto en el que se dieron a conocer son capaces de impulsar cualquier marca que tengan a su alcance. Si ellos usan o recomiendan un producto, la gente escuchará con atención.
Una estrategia de este tipo requiere mucho esfuerzo y un primer paso es trabajar en tu marca personal o la de tu vocero potencial. Haz reseñas, comparte conocimiento en línea y sobre todo, participa activamente en el área donde quieras posicionar a esa futura personalidad.
Branding de producto
Como seguro ya te imaginaste, aquí el centro de atención es el bien que comercializas en tu negocio. Tal vez suene raro, pero para este tipo de estrategias de branding, el producto “habla por sí mismo”. Esto significa que sus cualidades lo hacen destacar y la comunicación siempre hace lo posible por darle un espacio para brillar.
Hay muchos productos que se han convertido en el centro de estrategias de branding, pero pocos tan deliciosos como la galleta Oreo. Producto del trabajo de generaciones, este alimento tiene personalidad y sus redes sociales son un claro ejemplo de cómo un producto puede ser un exitoso portavoz de una empresa.
Es importante encontrar y tener bien definidos los diferenciadores que le dan a tu producto “ese algo especial”. Algo que siempre ayuda es partir de la siguiente pregunta: si tu producto fuese una persona, ¿a qué se dedicaría y qué haría para que el mundo le pusiera atención?
Branding de servicio
Cuando un negocio es reconocido porque “son los más rápidos” o “no hay nadie mejor que ellos”, estamos hablando de un buen branding de servicio. Esta estrategia consiste en resaltar aquellos diferenciadores que colocan al servicio que ofreces por encima de la competencia. Y quienes destacan, son los trabajadores que ofrecen dicho servicio.
Domino’s Pizza lo ha hecho anteriormente con su promesa de satisfacción y entrega en 30 minutos. Este modelo lo hizo diferenciarse de la competencia y posicionarse como una cadena de pizzerías eficiente.
Si quieres una estrategia de este tipo, debes ser constante y tener bien trabajados tus procesos. Si lo que te distingue es la velocidad, cerciórate que esta no signifique una disminución en la calidad, por ejemplo. La medición de la satisfacción del servicio al cliente o índices como el NPS (Net Promoter Score) pueden decirte qué tan bien lo estás haciendo.
Branding cultural
Para este trabajo de marca, juegan un papel fundamental el origen y la ubicación geográfica de la compañía. Aquí se trata de apoyarse en una zona geográfica, cultura o tradición, con el fin de dar a conocer el talento y la calidad de sus distintos productos, su peculiar manufactura o simplemente, la riqueza de sus aportaciones artesanales.
Desde moles y dulces, hasta muñecas y bebidas tradicionales, todos los productos en la Tiendanube de SoyOaxaca.com son un claro exponente de cómo hacer buen branding cultural en México.
Por su parte, en Colombia, un excelente ejemplo de branding cultural lo realiza Juan Valdez y sus productos, autodenominándose como “La marca de los caficultores colombianos”. Su café premium 100% colombiano los ha llevado a distinguirse en toda Latinoamérica.
A fin de desarrollar una estrategia exitosa de branding cultural, es necesario entender el papel protagónico de la comunidad o grupo cultural en cuestión. Además debe existir un esfuerzo de comunicación dedicado a enseñar el valor propio de sus creaciones.
Las mejores estrategias de este tipo no venden un producto, sino lo increíble que es formar parte de una tradición.
📘Leer más: ¿Qué es el branding emocional? Cómo aplicarlo con éxito a tu marca
Branding online
El centro de esta estrategia es crear, fortalecer y mantener una presencia en línea que apoye y referencie al negocio. En ocasiones, la personalidad online de una marca puede ser un producto destacado y referencial en Internet, dándole popularidad y atención al producto como efecto colateral.
Disney+ es una marca que ha dedicado muchos recursos a establecer su reputación en línea. La campaña de lanzamiento y sus propiedades intelectuales interactuaron entre sí ante la salida del servicio de streaming, convirtiéndose en una aspiración de lo que las marcas desean alcanzar.
El componente clave de estas estrategias es la originalidad. El olvido está lleno de marcas que intentaron “ser irreverentes como Netflix” o “inspiradoras como Nike”. ¡Encuentra tu personalidad única!
Si el fuerte de tu marca es hacer tutoriales con humor, dale; si lo tuyo es explicar cómo usar el producto sin hablar, hazlo. ¡Atrévete a ser diferente!
Branding offline
El polo opuesto a la estrategia anterior, pues esta hace uso de todos los medios tradicionales que surgieron antes de Internet, como la TV, periódicos, volantes, espectaculares y hasta tarjetas de presentación.
Y seguro te preguntas, “¿por qué se hacen estrategias de este tipo todavía?”. La respuesta es simple: ¡porque todavía funcionan!
Coca Cola, a pesar de ser una marca enorme a nivel internacional, no desaprovecha estos esfuerzos para hacer branding offline en paradas de autobuses, espectaculares, vallas publicitarias y más.
El reto principal del branding offline sigue siendo la medición; es más complicado conocer el impacto real que tiene tu estrategia cuando no tienes datos precisos e inmediatos. Sin embargo, puede ser un gran complemento a un esfuerzo estratégico mayor, una vez que encuentras los canales adecuados para tu mensaje.
Co–branding
Dos marcas al precio de una. Esa es la premisa bajo la estrategia de co–branding, en donde una dupla de empresas unen fuerzas para llamar la atención del cliente. Aunque lo fantástico de este ejercicio es que las marcas sean de distintas empresas, también funciona si forman parte del mismo corporativo.
La marca Transformers apeló a la memoria de sus primeros fans con el lanzamiento de la línea Collaborative, formada por figuras coleccionables, cómics y demás parafernalia que unió a sus robots transformables con marcas icónicas de la década de 1980, como Top Gun, Back to the Future y Ghostbusters. El resultado: pura nostalgia ochentera.
Para una estrategia así, es necesario un aliado que comparta la visión de tu marca. Si tu negocio está en los detergentes para ropa, ¿qué te parece buscar una alianza con un fabricante de lavadoras? O incluso, con el mismo fabricante de ropa. ¡Juntos por un closet más limpio!
Branding sin marca
La última estrategia es también la más inusual de las nueve. ¿Es posible hacer branding no–brand o sin marca? ¡Claro! Para lograrlo, solo necesitas una combinación de productos competitivos, un propósito de servicio y homologar tus productos bajo un manto en donde lo importante es la idea detrás de ellos, más que del artículo per sé.
Aunque existe un auge de marcas con estrategias no-brand, el ejemplo que más resuena son las de las marcas propias o genéricas en los supermercados. Estas ofrecen productos de buena calidad y a bajo costo. Y aunque conviven en anaqueles con productos reconocidos, no se dedican esfuerzos particulares a impulsarlos, porque confían en que el precio será el factor decisivo para la compra.
La apuesta aquí es sobre la capacidad competitiva de toda una línea, la marca es —literalmente— lo de menos. Si deseas implementar una estrategia así, es conveniente que todo se ubique dentro de un mismo segmento (limpieza, aparatos eléctricos, conservas, etc.) y trabajar un concepto en donde destaque el papel de todo el grupo de productos.
¿Cómo se hace una estrategia de branding?
Una estrategia de branding exitosa sigue estos ocho pasos:
- Determina a tu audiencia y objetivos.
- Desarrolla tu marca e identidad.
- Ubica tus diferenciadores dentro del mercado.
- Establece tu voz y tono de marca.
- Cuenta una historia.
- Selecciona los canales de comunicación.
- Genera los accionables de tu estrategia y actívala.
- Mide, analiza, optimiza.
Vamos con una explicación breve de cada punto para que comiences a armar tu siguiente estrategia de branding. Un buen consejo antes de empezar es apoyarte en un diagrama de Gantt para organizar tus acciones, definir tiempos y administrar tus recursos. 🚀
1. Define a tu audiencia y objetivos
El éxito de cualquier estrategia de branding siempre arranca con un esfuerzo centrado en el usuario. Una vez que tienes claro a quién deseas hablarle, llegó el momento de definir tus objetivos para la estrategia. Responder estas preguntas te ayudará:
- ¿Qué deseas comunicar?
- ¿Cómo y con qué frecuencia lo vas a medir?
- ¿Cuánto va a durar este proyecto?
- ¿Tienes todos los recursos necesarios para activar la estrategia?
- ¿Cómo se verá beneficiada tu marca al implementar esta acción?
2. Desarrolla tu marca e identidad
Para esta parte, necesitarás tener bien trabajados todos los elementos que componen tu identidad de marca; desde el nombre, el eslogan, el logo y la paleta de colores, hasta llegar a los elementos como la misión y los valores que definen tu cultura empresarial.
La meta aquí es tener preparados todos esos elementos que identificarán tu marca cada vez que emitas un mensaje. Todos ellos deben ser consistentes y congruentes para que el usuario conecte con lo que deseas comunicar.
📘Leer más: ¿Qué significa rebranding y cómo impacta en las marcas?
3. Ubica tus diferenciadores dentro del mercado
Aquí necesitas conocer al derecho y al revés tu producto, lo que ofrece y lo que resuelve, pero también es muy importante tomar en cuenta el valor único que ofreces como marca, eso que te vuelve único y te coloca como mejor opción frente a la competencia.
Con esto claro, contarás con los elementos que te facilitarán las siguientes acciones y podrás usar a tu favor todas las características que vuelven distinta a tu marca y sus productos.
4. Establece tu voz y tono de marca
Semejante al paso anterior, estos elementos indispensables de las marcas exitosas te permitirán desarrollar mensajes mucho más efectivos, de acuerdo a tu público objetivo y a lo que quieres comunicar.
Recuerda que tu voz es el ADN que rige tu comportamiento, tanto interno como externo, y el tono es cómo modificas esa voz para cada tipo de audiencia y canal. Sí, tal vez eres una marca divertida en redes sociales, pero no es buena idea burlarse de un cliente que solicita soporte.
5. Cuenta una historia y elige una estrategia
Esta es la parte en donde todos los elementos se unen y entran en acción —por primera vez— dentro del proceso: es momento de visualizar el mapa del trayecto y contar una historia, de principio a fin, que unifique lo que eres y representas como marca, a fin de invitar al usuario a ser partícipe.
Aquí te apoyarás en el storytelling y en tu creatividad. Ya viste cómo son y en qué casos es recomendable utilizar cada tipo de estrategia de branding. Pues bien, dependiendo de la audiencia, objetivos y todos los elementos de tu marca, deberás elegir cuál se acopla más a lo que buscas y es viable con tus recursos disponibles.
6. Selecciona los canales de comunicación
Elegir los canales depende en gran medida de tu audiencia y de cómo contarás la historia de tu marca, pero también importa la duración y el alcance del esfuerzo de comunicación. Si tu estrategia de branding en redes sociales requiere de una red social para tu negocio que todavía no tienes, ¡ábrela ahora!
Quizás algo que parezca obvio —pero por alguna razón, muchas marcas ignoran— es la cohesión entre canales. Si por ejemplo, además de tus redes sociales, tendrás actividades en YouTube, asegúrate de que este refleje tu identidad en cada detalle: la intro de tus videos o incluso el banner del propio canal.
7. Genera los accionables de tu estrategia y actívala
Una vez que hayas aterrizado qué es lo que vas a decir, además del cómo lo harás y por cuáles vías, llegó el momento de elaborar el instructivo y nombrar a los responsables. Para tener una idea más clara, servirá responder estas preguntas:
- ¿Cómo están involucradas las diferentes áreas de tu negocio en la activación de las estrategia?
- ¿Cada responsable de área conoce su función dentro de ella y cómo medirla?
- ¿Tu estrategia requiere producción de materiales audiovisuales? ¿Estos serán distintos para cada canal?
- Además de materiales, ¿requieres algún cambio o ajuste en el packaging de tus productos?
- ¿Es necesario establecer alguna alianza con un socio estratégico, afiliado o colaborador?
Recuerda que aunque hay pasos que requieren estar completos para dar pie a los siguientes, hay varios de la lista (los que tienen ver con la identidad, voz y tono) que pueden trabajarse en paralelo para optimizar el tiempo y los recursos. ¡Aprovecha el diagrama de Gantt!
8. Mide, analiza y optimiza
Cuando se cumplan los plazos establecidos, que pueden ser con la estrategia concluída o en algún checkpoint dentro de ella, tendrás que medir el impacto de tu mensaje con las métricas que definiste. Además, suma tres elementos que te ayudarán a medir el éxito de tu estrategia:
- Reconocimiento de marca y efectividad de los mensajes (análisis de competencia, brand lifts).
- Crecimiento de la comunidad (impresiones, alcance, engagement).
- Impacto en ventas (benchmark contra periodo similar antes de la estrategia).
No olvides que ninguna métrica es definitiva y el éxito de una estrategia de branding puede ser multifactorial, es decir, dependiente de distintos factores como la temporalidad, un cambio de precio, una campaña de medios digitales, etc. Todo cuenta, pero entre mejor lo midas, más puntual será el conocimiento que tengas de lo que hiciste bien o lo que puede mejorar.
Después del análisis, vienen los ajustes. ¿Qué mensajes y qué canales funcionaron mejor? ¿Por qué consideras que fue así? ¿Obtuviste el éxito esperado? ¡Ahora tienes información para arrancar con más elementos tu siguiente estrategia de branding!
¡Planea tu estrategia de branding!
Fue un camino con mucha información, pero ahora ya sabes cuáles son las estrategias de branding, ejemplos de cómo funcionan y los diferentes tipos de estrategias de branding que existen, además de cómo hacer una estrategia para el posicionamiento de tu marca.
Implementar este tipo de ejercicios ayudará a tu marca a adquirir relevancia en el competido mercado en donde todas las empresas luchan por la atención de los usuarios y, por supuesto, te ayudará a fidelizarlos durante el camino para convertirla en una marca exitosa.
Un lugar en donde también podrás medir la efectividad de tus estrategias de branding es tu propio negocio en línea. ¡Abre tu online con Tiendanube! Conócela con un periodo de prueba completamente gratuito para que te convenzas de todas las funciones que llevarán a tu marca hasta la cima del comercio electrónico. ☁️